A las 6:45 de la mañana de este lunes, el horror sorprendió a más de 20 obreros de la finca Palma Sambra, ubicada en el sector San Benito, kilómetro 32, adyacente al sector Socuavó, en el municipio Jesús María Semprum.
Encontraron, en un galpón donde guardan fertilizantes y que hacía las veces de un hogar improvisado, los cadáveres de una mujer y tres niños.
De inmediato, las sospechas se posaron sobre el obrero colombiano Barrios Palmera, quien había llegado a vivir al galpón de la finca de palma aceitera hace apenas 3 semanas.
“Aunque él se veía tranquilo, a veces daba la impresión de ser un desequilibrado, porque tenía mirada de diablo. Nunca me generó confianza”, comentó un trabajador de la finca.
Uno de los allegados de Judith reveló, mientras esperaba la llegada de los cuatro cadáveres: “Una vez lo vi en el Hospital Adolfo Pons en Maracaibo, ella estaba recluida allí porque perdió a un bebé, él me parecía una persona rara, nervioso, siempre andaba como ansioso, caminaba de un lado a otro, parecía un psicópata, nunca me gustó”.
Johana Judith Valdiviño Meneses, de 19 años, oriunda de Santa Marta, Colombia, pareja de José, apareció sin vida en una cama matrimonial. En otro catre, a menos de tres metros, estaban los cadáveres de su hermanito Jesús Alberto Valdiviño Meneses, de 12 años y su hija Alejandra Judith Vera, de 1 año.
En el suelo, cerca de los demás cuerpos, apareció sin vida, boca abajo y desangrado, Junior José Valdiviño Meneses, de 4 años, sobrino de Johana.
Eneir Lozano, técnico encargado de la finca, recordó ayer que hace un mes y medio se instaló a vivir en ese depósito Sandra Judith Meneses (madre de Judith y Jesús y abuela de las otras dos víctimas), junto a su pareja Noel Guerrero, quien también es obrero de la finca.
Sandra le pidió a Eneir que permitiera que su hija viviera en el galpón, pues no tenían a dónde ir. La joven, recientemente, había tenido, por razones de salud, la pérdida de un bebé que creció por siete meses en su vientre.
“Yudith llegó a ese galpón con su pareja José. Tenían allí como tres semanas. Lo recuerdo a él como un señor de cara blanca, redonda, estatura mediana, ojos miel, con aspecto de hombre de campo, tosco, sumiso y muy callado”, reveló Eneir Lozano.
“Él se me acercó y me pidió trabajo, le dije que no podía ingresar más obreros a la nómina porque ya estábamos completos y me insistió que le diera empleo solo por dos semanas porque él se iba a regresar a Colombia a buscar un dinero que le debían.
Acepté porque entendí sus condiciones de pobreza y le di empleo. Hace ocho días le dijo al caporal que le pagáramos porque ya se iba a Colombia.
El viernes en la mañana, le cancelamos 2.100 bolívares y ese día él laboró hasta la 1:00 de la tarde. Recuerdo que se fue la luz porque había una tormenta fuerte y más nadie trabajó esa tarde”, reveló el encargado de la finca, la cual mide 450 hectáreas.
En el fundo Palma Sambra, donde usualmente habitan cuatro familias, sus obreros tienen por costumbre ir a Casigua El Cubo los fines de semana y solo una familia se queda para cuidar. Regresan los días lunes. José Palmar ofreció quedarse.
“El viernes nos fuimos todos, hasta la señora Sandra con su marido. En el galpón se quedó Yudith, con los tres niños, junto al obrero colombiano”, relató un trabajador de la finca.
“Un día su suegra lo encontró (a José) en la cocina, como buscando algo, en actitud nerviosa. Era de madrugada, ella le preguntó qué le pasaba y él le dijo que nada, que se fuera a acostar”, contó un amigo de la familia.
Lo que sucedió en el interior de la habitación es ahora investigado por los funcionarios del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas, quienes aún están indagando el móvil del crimen. Hasta ahora, la hipótesis que cobra mayor fuerza es el móvil pasional. Se presume que los cuerpos tengan una data de muerte de 72 horas.
Una fuente del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas informó que se espera el resultado de la autopsia forense para determinar las causas precisas de la muerte.
Hasta ahora, se maneja que la mujer y los niños recibieron golpes con objetos contundentes, presuntamente, un tubo. Se espera que el Cicpc colecte alguna evidencia. Este lunes, una comisión de criminalística de Maracaibo se trasladó al lugar del crimen para realizar nuevas experticias.
FUENTE: Areanny Bastidas Blanco / Jesús María Semprum - http://panorama.com.ve |