El cantante Carlos Baute reconoce a su hijo de 23 años

Tan sólo unos días antes de que se celebrara el juicio por paternidad en el Juzgado de Primera Instancia Nº 17 de Madrid, el cantautor venezolano Carlos Baute reconoce que José Daniel Arellán, de 23 años, es su hijo.
"Me enteré de la noticia el viernes porque me llamó mi abogado para decirme que él mandó una carta al juzgado reconociendo que era mi padre. Primero me quedé en shock y luego me emocioné, pues pensé en todo lo que he pasado hasta que ha llegado este día que tanto he soñado", afirma José Daniel en una entrevista publicada en el portal Vanitatis.

El site revela que el pasado 11 de septiembre, él y su madre se sometieron a las pruebas de paternidad requeridas por el juzgado.

"Estaba seguro de que Carlos era mi padre. Él me lo reconoció en una reunión que tuvimos en privado. Si hice todo esto es porque quiero tener su apellido. No quiero su dinero", asegura el joven acerca del encuentro que tuvo con el intérprete de Colgado en tus manos en mayo de 2010.

En la entrevista de Vanitatis, Arellán asegura que el proceso contra el cantante, le ha costado a su familia un aproximado de 20.000 euros.

A pesar de haber cumplido su deseo de ser reconocido como hijo de Baute, Arellán tiene otra esperanza: "Me gustaría verlo nuevamente. Lo primero que le diría es que me explicara por qué hemos tenido que llegar hasta este punto si sabía que era mi padre. Yo lo perdonaría, pero quisiera que él se pusiera delante de mi y me pidiera perdón. Sé que nunca ejercerá como padre".

La madre de Arellán es una venezolana llamada Náyera, que sostuvo una relación con el cantante cuando apenas tenía 13 años. Para ese entonces, Baute tenía 15 años.

Según algunas declaraciones que ha dado la madre a diversos medios españoles, ella fue abandonada por el cantante tan pronto se enteró de que estaba embarazada.

Hasta ahora, el caraqueño, que lleva más de diez años viviendo en España, no ha ofrecido declaraciones al respecto. Tampoco se ha pronunciado en ninguna de sus cuentas en las redes sociales.

FUENTE: http://www.eluniversal.com