En cada visita que realiza al estado Nueva Esparta, el candidato de la derecha, Henrique Capriles Radonski, tiene que apelar a la tradicional religiosidad del pueblo margariteño. La intención es obvia: captar votos mediante el genuino afecto que oriente profesa por la Virgen del Valle.
Este sábado 30 de junio, a escasas horas del comienzo de la campaña electoral, no fue la excepción. El abanderado de la oposición quiso dejar claro, nuevamente, que es un hombre de fe, y hizo con toda la teatralidad necesaria: un sirio blanco, la bandera de Venezuela y un ramo de flores para que resultara una composición perfecta ante las cámaras.
"Para mí es importante venir hasta acá a orar no sólo por mí sino por toda nuestra Venezuela, que está entrando ya en una etapa crucial que definirá nuestro rumbo", dijo en tono dramático al salir de la Basílica menor en el Valle del Espíritu Santo.
Para muchos margariteños, lo que busca en cada visita Capriles Radonski es, además de congraciarse con los feligreses de la Patrona de Oriente, es lograr el verdadero milagro, que ni siquiera un poder divino podría lograr: ganar las elecciones el 7 de octubre.
FUENTE: AVN
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