miércoles, 25 de julio de 2012

(Anzoátegui) En el centro de Puerto La Cruz abundan los rateros, la prostitución y las drogas

Miedo y angustia. Eso es lo que sienten muchas personas que deben transitar por las calles Anzoátegui, Boyacá y Juncal de Puerto La Cruz. Según varios residentes y trabajadores, el tramo más peligroso está en las transversales entre la calle Bolívar y el Paseo de la Cruz y el Mar, anteriormente conocido como Paseo Colón.
Todos los entrevistados coincidieron al decir que los huelepega son los principales azotes. Otros aseguraron que algunos “cuidacarros” son cómplices de los delincuentes.

Zuraima García, trabajadora del Instituto de Educación Especial Simón Rodríguez, dijo que en diversas ocasiones los huelepega la han hecho pegar una carrera, pues no sólo roban a los transeúntes, sino que los fines de semana, cuando en la institución hay poco personal, han entrado a la escuela para llevarse lo que está a su paso. “Sospechamos que son rateritos, porque se llevan hasta las ollas”, afirmó García.

Aliados de la delincuencia La oscuridad y la escasa labor de patrullaje policial en algunas calles que limitan con el antiguo Paseo Colón, parecen ser aliados perfectos para que los antisociales cometan sus crímenes.

Reynaldo Bermúdez, trabajador de un negocio de comida rápida en la calle Juncal, aseguró que lo han robado en par de oportunidades. La primera vez que lo asaltaron fue un sábado, cuando ya había cerrado el negocio y llenaba las neveras de refresco. Los maleantes entraron por la puerta que estaba entreabierta y apuntaron al trabajador para robarle el dinero que había hecho esa noche. Un vecino dijo que los ladrones huyeron caminando hacia el Paseo de la Cruz y el Mar.

Comerciantes afectados

Marlon Fernández tiene una peluquería en la calle Juncal. Desde hace 16 años, el trabajador abre sagradamente su negocio a las 8 de la mañana.

Hace unos meses, cuando Fernández subía la Santamaría del local, dos adolescentes ingresaron a la fuerza a su negocio y se llevaron varios artículos de trabajo. Máquinas de afeitar y secadores fue parte de lo robado, valorados en casi 1.700 bolívares.

Oscar Rivas, cliente de la peluquería, afirmó que ha dejado de visitar a Fernández por la inseguridad del sector, pues más de una vez ha visto cuando asaltan a plena luz del día. “¿Cómo es posible que a menos de dos cuadras esté un punto del Dibise (Dispositivo Bicentenario de Seguridad) y los robos se sigan cometiendo a diario?”, se preguntó Rivas.

El sábado de la semana pasada, a un residente de la calle Anzoátegui le robaron un caucho de su vehículo. “Aquí los choros se adueñaron del lugar, vivimos como unos presos, pues muchas veces preferimos quedarnos encerrados”, dijo Alejandra Pereira, residente del sector.

Prostitución y drogas

Algunos vecinos de la calle Anzoátegui aseguraron que varias mujeres ofrecen servicios sexuales en el cruce de la calle Anzoátegui con Monagas. Los habitantes también dijeron que las mismas féminas distribuyen presunta droga.

En la misma vía hay un hotel pequeño, lugar en el que se sospecha las trabajadoras sexuales prestan sus servicios. “Es un mal ejemplo para los niños”, gritó una anciana desde su ventana. La doña también pidió mayor presencia policial en el sector.

La presencia policial noche, dicen algunos En la subida hacia el cerro Las Monjas supuestamente venden droga. Residentes de esta calle aseguran que esta esquina es un punto de prostitución.

FUENTE: Óscar Tarazona / El Mío - http://eltiempo.com.ve

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