María Coromoto Bianchini recuerda con precisión la tarde del 25 de marzo de 1984. Ese día se presentó ante ella y otras 149 fieles la imagen blanca y resplandeciente de la Virgen de Betania: "Era una luz y era impactante. Apareció flotando sobre la cascada", recuerda.
Para ese entonces, Bianchini contaba con 18 años de edad y de su memoria no escapa el fuerte olor a rosas que impregnó la finca Betania.
"Creía que nunca la vería. Por lo general, la aparición mariana sólo se manifiesta ante los ojos de su vidente principal", dice. Sin embargo, esa tarde la presenciaron en siete ocasiones, la última vez durante media hora.
La vidente principal de la Virgen de Betania es María Esperanza Medrano de Bianchini, madre de María Coromoto.
La primera vez que María Virgen y Madre Reconciliadora de Todos los Pueblos y Naciones apareció ante ella también fue un 25 de marzo, pero de 1976.
Hoy se conmemora el 36° aniversario de esa fecha y la celebración incluye una eucaristía oficiada a las 10:00 am por monseñor Freddy Fuenmayor, obispo de la Diócesis de Los Teques.
La vigilia en el santuario de Betania empezó anoche, con el rezo del rosario, la hora de adoración al Santísimo Sacramento, cantos, confesiones y la realización de varias misas durante la noche. Esta mañana, a las 6:00 am, la festividad se reanudó con la entonación de "Las mañanitas" para la virgen. Al mediodía y a las 2:00 pm se oficiarán otras misas.
Monseñor Pío Bello Ricardo, obispo de Los Teques, aprobó las apariciones de la Virgen de Betania con una instrucción pastoral, publicada en 1987.
Mensaje de reconciliación
Cientos de placas con las que se agradecen los favores recibidos cubren la pared que precede la gruta donde apareció la imagen religiosa. Los mensajes que la Virgen de Betania transmitía a través de María Esperanza se orientaban a la reconciliación y el amor familiar. Gerardo Lara, visitante del santuario, asegura que ese mensaje hoy en día está muy vigente: "Eso nos hace mucha falta. El pueblo venezolano está ávido de fe".
La devoción por ella ha trascendido fronteras y en los tiempos del aniversario o en Semana Santa es frecuente la llegada de peregrinos del extranjero.
Allan Weilert, médico quiropráctico, oriundo de Nueva Orleans, Estado Unidos, ha venido en 15 oportunidades. "Me atrajo la historia única de María Esperanza. Venir al santuario es una experiencia de paz, se siente la presencia de Dios", afirma.
En sus peregrinajes, Weilert asegura que ha presenciado varios milagros; ejemplifica con uno ocurrido en 1999: "Una señora traía a su nieto cargado, pues no tenía desarrollados los músculos de las piernas y no caminaba. Gritó clamando la ayuda de la virgen y a los 10 segundos el niño pudo ponerse en pie".
FUENTE: Emily Avendaño - http://www.el-nacional.com
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