Arístides se encuentra sentado en una de las esquinas de la arteria y de repente comienza a hablar, sin temor a equivocarse.
“Esto es todos los días, y nadie la recoge”.
En su andar, medio turbado, entra al mercado para mostrar cómo los desperdicios obstaculizan los drenajes del recinto, es decir, que cuando llueve el agua no sale.
Este no es un problema nuevo para quienes laboran en el mercado. Horacio Ramírez tiene 12 años con un puesto de comida muy cerca de una de las entradas, y refiere que ayer martes el panorama estaba mucho mejor que otros días, cuando la basura ocupa toda la acera. “Huele mal. Este es un problema de salud que nadie se ha preocupado de atacar. ¿A quién se supone que le compete el tema de la basura en el mercado?”, se preguntó el señor. Si en la fotografía se ve asqueroso, imagínese cómo huele.
Hay lechosas, tomates y hasta animales muertos.
La recolección por parte de quienes prestan el servicio de aseo urbano, es irregular. “A veces vienen un día sí, un día no, pero también han durado hasta dos semanas sin pasar. El olor se pone insoportable”.
Según Misael Rivas, otro trabajador del expendio de alimentos porteño, desde hace tres días no recogen los desperdicios ni en la Dividive, ni por el paseo Miranda. A Misael le preocupa que la Alcaldía de Sotillo se encarga de dar permisos para construir locales fuera del mercado, y no de lo que afecta a este “supuesto” mercado turístico.
FUENTE: Andrés Astudillo M./ El Mío - http://eltiempo.com.ve
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