martes, 23 de agosto de 2011

(Puerto La Cruz) Viven asustados

Puerto La Cruz.- A las 10:00 de la mañana de un martes, las calles de la urbanización Gulf (o José Antonio Anzoátegui) de Puerto La Cruz lucen solitarias. Pocos anda a pie por la zona.
El taxista Oswaldo Flores es uno de los pocos vecinos que se atreve a esa hora a revisar su carro frente a su casa en la calle 21. Dice que la inseguridad en la comunidad se ha convertido en algo “común”.

Tiene 10 años residenciado en el lugar y asegura que la situación “es grave”. “Estas calles son muy solas y por las noches es peor, porque los postes carecen de bombillos. Los robos son constantes y las casas ya no se pueden dejar solas porque nos mudan”.

Oswaldo relata que los vecinos de la calle 22 cerraron la vía con muros de cemento. Según él, con esta medida buscan frenar el tránsito de carros de extraños y motorizados. Sentencia lo mismo que los demás: “la urbanización se ha vuelto peligrosa”.

Choferes de las líneas que cubren las rutas de Valle Verde, Las Charas y Guanire se meten por las calles de la Gulf para acortar camino y evitar colas en la avenida principal de este sector, donde está ubicada la Clínica Municipal Jesús de Nazareth, pues en esa vía la Alcaldía de Sotillo construye drenajes para aliviar las aguas de lluvia.

Algunos moradores le exigen al mandatario Stalin Fuentes que envíe funcionarios de la policía municipal para que les brinden seguridad. Señalan que de noche la zona se convierte en “una boca de lobo”.

Ante la presencia de los ajenos a la Gulf, los vecinos se asoman con temor por las rejas que protegen las ventanas y puertas de sus casas. Las denuncias las hacen desde adentro de sus hogares. Hablan desconfiados.

Suciedad por doquier

Carmen Urbina, una abuela de 75 años, dice que tiene que meter la basura en bolsas negras grandes, amarrarlas fuertemente y colocarlas fuera de la casa. Denuncia que los camiones del aseo transitan por el sector muy pocas veces al mes.

“No tengo más alternativa que sacar los desechos, pues corremos el riesgo de enfermarnos por la insalubridad. Los perros siempre rompen las bolsas y las calles se ensucian”.

Además de la defi ciencia en la recolección de desperdicios, la situación se torna insoportable por el mal olor que despiden las aguas negras que se desbordan en una esquina de la calle 23. El pozo “esconde” unos profundos huecos que hay en la cuneta. Cuidado con ellos.

Cerca de la Unidad Educativa Luis Beltrán Martínez abundan la maleza y los charcos. Los alrededores de una sede de Petróleos de Venezuela (Pdvsa) funcionan como botadero de basura.

El obrero Simón Gutiérrez es más pesimista. A su juicio, “nada sirve en la Gulf”. Afi rma que los servicios públicos de la comunidad no funcionan adecuadamente: se quedan sin agua y sin electricidad constantemente y el aseo urbano brilla por su ausencia.

“De broma han medio asfaltado las calles, pero del resto, ninguna autoridad ha hecho nada bueno por esta comunidad”.

Reitera que por la inseguridad, viven en zozobra. Exige al gobierno municipal que atienda las quejas de los residentes.

FUENTE:Angélica González / El Mío -  http://eltiempo.com.ve/locales/puertocruz/comunidad/viven-asustados-fotos/30043

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