El Instituto de Medicina Tropical de la Universidad Central de Venezuela (UCV), advirtió que requiere gasoil para la única planta eléctrica con la que cuenta, para mantener el congelamiento de los reactivos de curas para enfermedades tropicales, tras Las constantes fallas e interrupciones prolongadas en el servicio eléctrico nacional.Así lo indicó este miércoles el doctor Hernán Carrasco, jefe de la sección de Epidemiología Molecular del referido instituto, quien afirmó que de llegar a descongelarse los reactivos, se perderían no solo años de trabajo, sino también tratamientos para la cura de enfermedades como la malaria, leishmaniasis y mal de chagas para pacientes venezolanos.
“Esa es nuestra gran preocupación. Hemos tenido algunos cortes de electricidad por larga duración (…) Disponemos de una planta eléctrica, la cual funciona a base de gasoil, como combustible. Esa planta nos suministra la electricidad necesaria para mantener las neveras, los freezers y los ultracongeladores funcionando, de manera garantizar la vida y la duración, no solamente de los reactivos, sino también de las muestras biológicas, como sueros y células que también se mantiene bajo ultracongelación. Esto para nosotros es la vida del Instituto”, puntualizó.
En exclusiva para Punto de Corte, el doctor aseguró que el Instituto no cuenta con los recursos para reabastecer el gasoil. La planta debe cargar más de 1.200 litros, lo que costaría a aproximadamente 84.000 bolívares.
Carrasco, recalcó que la planta eléctrica se consumió el 20% del gasoil durante el pasado fin de semana, tras las interrupciones prolongadas en el servicio eléctrico.
El jefe de sección, enfatizó que gracias a la campaña que realizó el Instituto de Medicina Tropical de la UCV, a través de las redes sociales y medios de comunicación, de “llamado y auxilio para que nos apoyaran, hemos obtenido ofertas”, tanto del sector público y privado, para el suministro del gasoil.
“Esperamos que esto se cumpla, confiamos en la palabra de quien nos han ofrecido, para que por lo menos la pesadilla del gasoil, del combustible, no se nos vuelva a presentar. Realmente fue una pesadilla, un momento muy duro”. Estos reactivos funcionan para pacientes con mal de chagas, malaria – conocida como paludismo -, leishmaniasis, fiebre amarilla, entre otros virus, sostuvo.
Asimismo, advirtió que la única planta eléctrica con la que cuenta el instituto, no está al 100% de su capacidad, debito a que “se dañó un reley de un controlador eléctrico de la planta”, por lo que se debe encender y apagar manualmente. “Sin importar la hora, hemos tenido que venir. Se hace el sacrificio”, agregó.
Con respecto a la seguridad del Instituto de Medicina Tropical de la UCV, el doctor detalló que han tenido que cerrar muchos de los laboratorios de investigación que funcionaban en el lugar.
“Gente inescrupulosa no solamente dañaban las puertas, se robaron equipos, sistemas de aires acondicionados, pero, además, lo peor, se robaron todo el sistema de cableados de esas instalaciones, incluyendo las tuberías de aguas. El daño patrimonial acá ha sido terrible, porque son infraestructuras, áreas de trabajo, de investigación y de servicios que han tenido que ser abandonadas porque no contamos con las condiciones”, precisó.
Carrasco, subrayó que gracias a donativos provenientes de egresados de la UCV que se encuentran fueras del país, han logrado contratar una compañía privada de vigilancia que hace guardia las 24 horas del día, lo que paralizado los robos en el edificio principal del instituto, pero ya “estamos a punto de perderla porque ya se nos están acabando los recursos”.
El Instituto de Medicina Tropical de la UCV, es el único con el que cuenta el país para corroborar y confirmar diagnósticos de virus, bacterias, hongos, brontosaurios, entre otras infecciones. Es un centro de referencia nacional para el diagnostico de enfermedades tropicales, que presta un servicio público. ->>Vea más...
FUENTE: Con información de Nurelyin Contreras - Punto de Corte
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