Desde que la Alcaldía del municipio Bolívar consideró, hace 16 años, que la estructura de siete pisos era muy alta para la zona, la obra se encuentra en litigio y está paralizada.
Quienes transitan por el lugar están acostumbrados a observar la edificación en ruinas, pero hace un par de años a ello se ha aunado la fetidez de los desperdicios que allí arrojan.
Ruth Meneses trabaja en un centro estético del Centro Comercial Gold Country, a pocos metros del lugar, y aseguró que pasa frente a la abandonada estructura a diario.
Ella cuenta que el lugar se presta para alojar antisociales, que al parecer se aprovechan de lo solitaria que es la zona para consumir estupefacientes dentro del edificio, también lo utilizan para arrojar desperdicios que supuestamente no recogen los camiones colectores de basura.
“He visto muchas veces a grupos de malandros salir de allí. Hace un par de años muchas personas vimos cuando una pareja tenía relaciones sexuales en la casilla abandonada del estacionamiento”.
Meneses considera que el lugar debe ser ocupado o rehabilitado, pues los “delincuentes” se han apoderado del sitio.
Marialis Torres también pasa seguido frente al abandonado edificio y dijo que hace cuatro años fue encontrado el cuerpo de un joven que asesinaron y tiraron en lo que sería el estacionamiento de la sede.
Intento de invasión
El pasado 22 de enero, unas 37 familias fueron desalojadas de la edificación en construcción, porque tenían intenciones de invadir las instalaciones. Aseguraban que carecían de vivienda propia.
Para ese entonces el alcalde de la jurisdicción capitalina, Guillermo Martínez, aseguró que el lugar no es propiedad del estado y que aún se encontraba en disputa judicial.
FUENTE: Giovanna Pellicani - http://eltiempo.com.ve |