2) Pero no basta lo anterior para hallar explicación al drama de una oposición que se desgasta en continuos desaciertos; que da saltos de garrocha entre la legalidad y la ilegalidad; que los escasos éxitos que logra los derrocha de inmediato. La explicación al título de esta columna es que la oposición que se estructuró para enfrentar al proceso bolivariano que comenzó en 1998 con la victoria electoral de Hugo Chávez, no cuenta con una propuesta sólida, trascendente, apetecible, que ofrecerle a los venezolanos.
3) Veamos: ¿Qué atractivo puede tener una oposición que carece de programa, de proyecto de país, y si lo tiene lo oculta o lo disfraza? Los bolivarianos presentaron a los venezolanos un proyecto que constantemente perfeccionan: concreto, claro, de tránsito al socialismo. La gente sabe a qué atenerse ante esa propuesta: la comparte o la rechaza. ¿Ha presentado algo similar la oposición? ¿Un programa de corte capitalista, neoliberal? Es probable que si lo hiciese sin ambages, con audacia, le reportaría dividendos. Cuando menos credibilidad. Pero no lo hace por falta de coraje y porque prefiere nadar en la ambigüedad. Optar por eludir definiciones. Por copiar y enmascararse. O porque como lo explicaba Oscar Schemel en mi programa de televisión, “la oposición ha asociado su éxito al fracaso del adversario, no a la eficacia de su propia estrategia”.
4) ¿Acaso la oposición cuenta con una dirección confiable? La que tiene no hace otra cosa que errar y pelearse entre si. ¿Cómo puede ser eficaz para encarar los grandes problemas nacionales, cuando carece de unidad y su signo es la división? ¿Qué base de sustentación posee en lo social, político e institucional, cuando el cuadro que presenta lo conforman múltiples partidos con políticas distintas, cuando carece de presencia en el seno de los trabajadores, el campesinado, en el grueso de la juventud y del poder popular? ¿Qué grado de aceptación puede tener dentro de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana si su política hacia el sector consiste en agredirlo permanentemente, en descalificar sus mandos, en reeditar anacrónicas expresiones de antimilitarismo y plantear que el hombre de uniforme fracasó en las tareas que le encomendaron los gobiernos civiles?
5) Nada en la oposición venezolana atrae. Lo cual es lamentable porque el país necesita de una oposición seria. Capaz de canalizar democráticamente el descontento; consustanciada con valores patrios. Mientras la oposición siga actuando como hasta ahora, el país en su totalidad será víctima de ese déficit de crítica responsable que equilibre el ejercicio democrático, que colabore en la erradicación de vicios y corruptelas, y abra las puertas a nuevas alternativas. Esa situación hace que la actual oposición tenga tan poco atractivo y que su esfuerzo por nadar siempre la devuelva a la orilla.
*CLAVES SECRETAS*
*¿QUÉ nos deja como lección la experiencia vivida con el caso del general Hugo Carvajal? Ante todo, la comprobación, una vez más, de la sordidez del poder a que está enfrentada Venezuela. De su capacidad de maniobra y de los recursos que posee. Por tanto, nada de lo que anuncia ese poder debe ser subestimado. Desde hace tiempo escogió como blanco a la Fuerza Armada Nacional Bolivariana, y para enlodar su imagen optó por atacar a destacados oficiales, leales al proceso bolivariano, vinculándolos al narcotráfico. Con Carvajal ejercitaron la determinación de ejecutar esa política a fondo… *EL EXDIRECTOR de la DIM es la primera víctima de una la larga lista. Pero los que armaron la tramoya incurrieron en el error de trabajar con información falsa, que un gobierno responsable como el de Holanda, pese a las fuertes presiones que recibió, ordenó a la justicia venal de Aruba liberar del detenido... *SIN DUDA, una clara derrota para la DEA y la mafia mayamera, que ahora buscarán desquitarse, de ahí la reacción del inefable Roger Noriega… *OTRO ASPECTO importante del episodio: el brillante manejo de la situación por la Cancillería venezolana. Por el equipo negociador encabezado por el canciller Elías Jaua y el viceministro Calixto Ortega, bajo la conducción del presidente Maduro… *A LA hora del balance, imposible ignorar la vileza mediática en el tratamiento del caso, no solo en contra de un compatriota que se hallaba en una situación difícil, sino contra el país. En esa misma línea canallesca estuvo el sector de la oposición que no pierde ocasión -guiado por el odio- de actuar en contra del interés nacional… *LLEVO LA cuenta del tiempo que dura la masacre del Ejército de Israel en Gaza, no por los días que dura la ofensiva, sino por el número de niños asesinados. Cuando escribí la anterior columna la cifra era de 121 víctimas. Cuando escribo esta la cifra se eleva a 192, es decir, 92 niños más en una semana. ¿Funcionará para estos crímenes la justicia internacional? ¿Serán llevados ante la Corte Penal Internacional los gobernantes israelitas como sucede con mandatarios de otras partes del mundo? Por supuesto, del subdesarrollado... *PARA LOS medios de comunicación que defienden poderosos intereses y son voceros de la oposición —por cierto, la más radical—, nada significó la reciente visita del presidente de la República Popular China, prácticamente la primera potencia mundial, que cada vez que viaja al exterior es noticia de impacto. Para esos medios de comunicación nacionales el hecho careció de importancia. Incluso sirvió para chistes de mal gusto. Una vergüenza de periodismo… *LA VERDAD QUE el esfuerzo y el tiempo que emplea el presidente Maduro muchas veces se pierde por culpa de la indolencia e irresponsabilidad que existe en determinados niveles de la administración pública. Igual drama padeció el presidente Chávez. Planes que no se ejecutan, inversiones que se dilapidan, obras que se inician y luego se paralizan sin explicación alguna y sin sanciones. A los ciudadanos no se les atiende. Siempre hay una excusa. Todo lo cual conduce a establecer que hay dos gobiernos. Uno por arriba, el del presidente y algunos ministros y gobernadores que se empeñan en gobernar de verdad, es decir, en atender los problemas y darles solución; otro abajo, paralizado, inepto, para el cual lo que cuenta es el ejercicio del cargo público y el disfrute de los privilegios que lo rodean. Mientras este contraste obsceno no se corrija rescatando el principio de autoridad, el fracaso siempre estará a la vuelta de la esquina.
| FUENTE: http://panorama.com.ve |
