“Sería importante reemplazar los dulces por regalos pequeños o frutas”, puntualizó el licenciado Oscar Roy Miranda, quien es nutricionista.
Los caramelos, chupetas, chocolates, entre otras golosinas tienen altas cantidades de azúcares refinados que son entregados sin control alguno, a manera de regalo a los infantes, quienes al recibirlos comienzan a comerlos sin conocer los riesgos.
Por otro lado, recalcó que el comer golosinas en exceso durante la noche, provoca hiperactividad, dolor de estómago, falta de sueño, e incluso alergias.
Recordó además que el consumo cotidiano y excesivo de azúcar en niños puede llevarlos a la obesidad y como consecuencia a la diabetes, enfermedades al corazón, entre otras dolencias.
Cada paquete de galleta con relleno o bañada tiene de 2 a 3 cucharaditas de azúcar; las gomas masticables (solo 100 gramos) tienen 13 cucharaditas de azúcar; un vaso de refresco tiene 6 cucharaditas de azúcar, y un caramelo de 4 gramos tiene 40 calorías y 2 cucharaditas de azúcar.
Asimismo, indicó a los padres revisar lo que reciben sus hijos, ya que la mayoría de personas compran y obsequian golosinas a granel, que normalmente no tienen registro sanitario ni un control de calidad de sus insumos.
FUENTE: SiBCI - YVKE |