65% de las personas que utiliza un arma para defenderse resulta herida o muerta, según estudios del Proyecto de Naciones Unidades para el Desarrollo (Pnud) citados por Verónica Zubillaga, doctora en sociología, docente de la Universidad Simón Bolívar e integrante de la Comisión Presidencial para el Desarme.
Eso de tener un arma guardada en casa para protección de la familia o cargarla encima es uno de los mitos que se pretende derribar desde la Comisión Presidencial para el Desarme.
"Una sociedad donde se piensa que estar armada es estar más segura, en realidad es una sociedad más insegura", señala de plano Zubillaga.
La socióloga alertó sobre "un ciclo fatal de armamiento" que toma fuerza cuando la gente busca las maneras de armarse con miras a protegerse de los otros.
"El uso de armas introduce mucha hostilidad en las relaciones sociales", señala Zubillaga, quien refiere estudios del Pnud según los cuales "una persona que utiliza un arma para defenderse, en el 65% de los casos resulta herida o muerta".
La investigadora señala que desde la Comisión Presidencial para el Desarme trabajan en aras de revertir la creencia de que cargar un arma es sinónimo de protección. Y lo hacen abordando dos direcciones: una campaña ciudadana con apoyo de los medios y "poner orden en casa".
Ese último filón apunta a realizar un inventario de todas las armas orgánicas; es decir aquellas que están en manos de los 141 cuerpos policiales existentes en el país, explicó Zubillaga.
"Y por otro lado, clarificar todo lo que es la producción , distribución y circulación de municiones", acotó.
30 millones de cartuchos de municiones al año produce la Compañía Anónima Venezolana de Industrias Militares (Cavim), según el entonces presidente de ese ente, general Aref Richammy, cuando compareció en mayo pasado ante la Asamblea Nacional.
Desamparo juvenil. Verónica Zubillaga ha estudiado el uso de las armas por parte de los jóvenes. Asegura que determinada "situación de desamparo" (acoso por parte de otros chamos, ser objeto de burlas, ser víctima de robos) es lo que impulsa al muchacho a conseguirse un arma de fuego para defenderse.
"Una vez que consiguen el arma se inicia un estilo de vida de violencia y de allí, a formar parte de redes de crímenes", advirtió. Para Zubillaga la clave está en el desarme general. "Retirar las armas de las calles; porque las armas deben estar en los cuerpos policiales: eso es monopolio de Estado".
FUENTE: Eligio Rojas - http://www.ultimasnoticias.com.ve
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