Luego del fallecimiento de Raúl Quero, la madrugada del pasado viernes, su esposa, la merenguera Liz, manifestó su dolor a través de unas breves declaraciones publicadas por el diario Últimas Noticias, que además señala que el empresario pasó los últimos nueve días de su vida internado en la sala de cuidados intensivos de la clínica Santa Sofía.
De acuerdo con el rotativo y con las declaraciones ofrecidas por la cantante, ella había llegado el pasado martes de un show que estaba presentando en Puerto La Cruz, y al llegar inmediatamente fue a visitarlo.
“Todavía estaba consciente y saliendo de una operación de peritonitis a la que fue sometido. Cada vez que lo hospitalizaban yo le preguntaba: ‘¿Vas a salir de aquí, verdad?’ y siempre me respondía que sí. Ese martes se lo pregunté y me respondió que no, moviendo la cabeza. Entonces supe que se estaba preparando para irse. Aún así le pedí a Dios que no se lo llevara…”, expresó la cantante mientras lloraba.
La merenguera también comentó que los médicos encargados de atender a su esposo tomaron la determinación de sedarlo, pues, según Liz, “estaba sufriendo mucho”.
El jueves por la noche la intérprete lo visitó por última vez: “Fui, estuve un rato con él y le canté. A él le encantaba que le cantara. Estaba dormida cuando me avisaron que había fallecido. Puedo decir que ambos nos disfrutamos y que yo lo amé a él tanto como él me amó a mí. Así que puedo estar tranquila, en medio de la tristeza que siento. Íbamos a cumplir 11 años juntos, tres de ellos casados”. Finalizó la artista.
FUENTE: http://www.noticias24.com
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