miércoles, 10 de octubre de 2018

Denuncian precaria situación del psiquiátrico de Bárbula

Sin luz y sin cuerpos de seguridad debe laborar personal médico del Hospital Psiquiátrico “Dr. José Ortega Durán”, ubicado en Naguanagua, estado Carabobo. La crítica situación en la que se encuentra el reconocido recinto, alarma, no solo a los trabajadores, sino también a quienes acuden en busca de ayuda para un familiar.
Así lo expresó la psicóloga Noris María Cámara Coronado, quien acudió al también conocido como Psiquiátrico de Bárbula y quedó impactada por el notable deterioro del lugar. “No había luz, todo estaba completamente a oscuras”, contó la especialista a El Cooperante redacción, a la vez que denunció la indisposición del personal de guardia para atender un paciente que urgía por una evaluación.

“El médico me dijo que no iba a recibir a la paciente porque no había ningún miliciano que se quedara resguardando la puerta y que le garantizara su seguridad en el recinto”, narró Cámara Coronado con notoria molestia.

Para la psicóloga de profesión, no es ético, aunque comprensible la postura del médico (temeroso por su integridad física), no atender a un paciente que presenta un brote psicótico, puesto que este podría atentar contra su vida de no ser atendido al momento.

El personal de guardia se completaba con dos enfermeros. Al preguntar por los cuerpos de seguridad encargados de resguardar el recinto, el galeno se limitó a decir que los milicianos no estaban, pese a la inseguridad que reina en la zona, donde hace tres años fue asesinada una residente de medicina por el hampa común.

“No hay cuerpos de seguridad que resguarden al personal ni a los pacientes (…) no hay ni un bombillo que funcione, todo está en condiciones deplorables”, enfatizó Cámara Coronado, quien lamentó la situación y pidió a las autoridades encargarse de la rehabilitación del Psiquiátrico de Bárbula.

Finalmente, después de minutos de insistencia, el galeno accedió a evaluar a la paciente, por lo que Cámara Coronado ingresó al recinto, donde se percató de que había dos pacientes amarrados con vendas en camillas y que estaban completamente dopados.

“No estaban en camas con barandas, como debería ser, sino en camillas (…) estaban completamente inconscientes con una vía en el brazo, prácticamente en una cura de sueño”, detalló la especialista, quien también observó, en medio de la oscuridad cegadora, que las comidas para los internos eran repartidas en envases plásticos, como los de mantequilla, y las bebidas en botellas de refresco.

De vieja data
Pero esta problemática no es nueva, ya en 2016 los trabajadores denunciaban la situación. De acuerdo con declaraciones recogidas por El Pitazo, para la fecha un empleado advirtió: “Esto es crítico; muchas veces no tenemos líquidos, no hay comida y los trabajadores tienen que traer alimentos de sus casas para que los pacientes puedan comer, aunque la directiva del hospital se niega a que les demos comida, tenemos que pensar en ellos, son seres humanos”.

El personal denunció entonces que ocho pacientes habían fallecido en el recinto, “algunos por tumoraciones, diabetes y otros por desnutrición”.

Para la fecha, los empleados hicieron un llamado al gobernador de la entidad, Francisco Ameliach, sin embargo, nunca hubo respuesta. A dos años del incidente y con Rafael Lacava a cargo, nada ha cambiado en positivo.

FUENTE: Con información de https://elcooperante.com ->> Ir

1 comentario:

  1. Que maldad. Desidia y desgracia para el pueblo. Este abandono nada tiene que ver con que estados unidos haga guerra económica ni opositores al gobierno.

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