El empleado contó que los cuatro antisociales entraron al banco con armas y le pidieron a las personas que se mantuvieran con calma mientras le robaban sus pertenencias personales. Los ladrones le dieron la oportunidad de llamar a sus familiares para informarles que iban a llegar tarde a casa y que no se preocuparan.
Los hombres le apuntaron al tesorero suplente del banco y le pidieron la guía de la bóveda, luego la desvalijaron completamente y luego, huyeron.
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