lunes, 16 de abril de 2018

La agonizante búsqueda de medicinas de la tercera edad

Basta recorrer cualquier farmacia del país, para notar el desabastecimiento agudo de medicamentos. Toda la población padece la escasez y también el aumento de los pocos que se consiguen. La problemática impacta negativamente desde niños a ancianos, ambos vulnerables. La mayoría de los medicamentos que la tercera edad requiere sobrepasan dos veces más la pensión que el Gobierno de Nicolás Maduro celebra, incluso, parte de ellos también emigran para aunque sea garantizar su dosis diaria. “Me voy en mayo porque aquí me cuesta muy caro la Euthyrox, lo que me manda mi hija lo gasto en comida”, contó a esta redacción Graciola Morillo, una mujer de 54 años que padece de las tiroides.

“La última vez gaste 5 millones entre la de la tensión, mis gotas para la depresión por las tiroides y esa, se las compré a un revendedor porque aquí no se consiguen, la pensión no alcanza”, reveló la dama.

La historia de ella es una de tantas. El ingreso mensual del Estado para las personas de la población mayor es de 392.646 bolívares, monto con el cual no se compra ni siquiera un cartón de huevos. En un recorrido por farmacias en Caracas se preguntó por los medicamentos más solicitados: Valsartan, Losartan, Euthyrox, Captopril, Candesartán, Eprosartán y Enalapril, y para diabéticos Glucofage, Metformina o Glibenclamida. Son pocos de los muchos escaseados. Los dos primeros se consiguieron en una reconocida cadena de farmacias de el país, pasando los 500 mil bolívares para una semana. El resto brilla por su ausencia.

Sin embargo, revendedores tienen toda esta gama de productos en su haber, los cuales son vendidos en más del millón de bolívares. Esta mafia no ha podido ser controlada por el Ejecutivo, y los venezolanos, los pocos que tienen poder adquisitivo, los adquieren a través de grupos que venden por medio de mensajería de texto o redes sociales. La compra y venta la hacen en cualquier estación del Metro de Caracas, u otro lugar previo acuerdo, que no permita revelar el domicilio de quien está ofreciendo la mercancía, pues ello amerita un delito penado por la Superintendencia de Precios Justos con hasta cinco años de presidio juntamente con multas comprendidas entre las 200 y las 10 mil unidades tributarias a los llamados “bachaqueros”.

“Lo que provoca es morirse de una vez porque uno es una carga para su familia“, expresó un pensionado cuando hacía su cola para cobrar el pago. Pese a ello, el Gobierno venezolano ha insistido en negar que en la nación petrolera existe una crisis humanitaria que amerita ayuda internacional, en respuesta lanzó una línea telefónica -0800-Salud- para aquellos que posean el Carnet de la Patria puedan adquirir sus medicamentos de manera gratuita. Lo cierto es que este operativo también presenta serias deficiencias, pues venezolanos aseguran que es tarea imposible lograr algún tipo de comunicación. “Yo tengo el Carnet de la Patria porque a mi casa llega el CLAP, y siempre he intentando hasta la saciedad pedir mi medicamento por ahí pero no atienden“, declaró una mujer que pidió no ser identificada.

La organización Amnistía Internacional (AI) advirtió hace un par de semanas que la vida de miles de personas en Venezuela está en riesgo ante las graves violaciones al derecho a la salud y las dificultades para acceder a alimentos y otros servicios básicos. El director de la ONG Codevida, Francisco Valencia, aseguró a El Impulso que la “falta de medicamentos está matando a la gente”.

Una medición realizada por la ONG Convite reveló en enero que los porcentajes de escasez de medicinas, según encuestas en 150 farmacias situadas en el área metropolitana de Caracas, Barquisimeto, Mérida, Maracaibo y Porlamar, para tratar enfermedades como hipertensión, diabetes, infecciones respiratorias agudas y diarrea, superó el 80%.



FUENTE: https://elcooperante.com

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