Otros, como Leonardo Pérez, de 39, piensan que vale la pena.
La temporada, que reúne a ocho clubes, comenzará el 10 de octubre y concluirá en enero.
Directivos de la LVBP consideran que el campeonato sería inviable sin dólares, pues con estos los equipos pagan a peloteros extranjeros e importan bolas, bates, uniformes y hasta insumos médicos para los jugadores.
Una opción sería comprar esas divisas en el mercado negro, pero los costos se dispararían y la Liga no sería rentable. Allí la tasa excede entre ocho y 2.600 veces las cotizaciones oficiales.
“¿Quién me vende a mí los bates y las pelotas en bolívares?”, declaró Ávila a la AFP, sin precisar a qué tasa vendió el gobierno los dólares a la Liga.
El gobierno anunció en agosto la asignación de 9,9 millones de dólares a la LVBP, que venía recibiendo anualmente 13 millones.
Lo hizo pese a la profundización de la crisis desatada en 2014 tras la caída de los precios del petróleo, fuente de 96% de las divisas del país.
Debido a ello, las importaciones se redujeron drásticamente: 50% en 2016 y se espera una caída de 32% al finalizar 2017, según la consultora Ecoanalítica, generando escasez de todo tipo de bienes básicos.
Ante la falta de dólares subsidiados, el sector privado debe importar productos e insumos con “dólar negro”, llevando la inflación a las nubes (el FMI la proyecta en 720% en 2017).
Empleos. Cancelar el torneo sacrificaría unos 6.000 empleos directos e indirectos, aseguraron a la AFP allegados a la LVBP.
“Tenemos alrededor de 100 empleados, entre fijos y temporales, y hay un grupo importante de venezolanos en sectores como transporte, hostelería, medios de comunicación o servicios que deben buena parte de sus ingresos anuales” al béisbol, señaló en tanto Luis Ávila, presidente del Caracas.
Ello convierte a la pelota en “la actividad deportiva más importante del país”, añadió a la AFP el dirigente del equipo más ganador del béisbol venezolano, con 20 campeonatos.
FUENTE: Con información de http://www.descifrado.com