lunes, 25 de septiembre de 2017

Urgencia de bienes alimenta a estafadores

En lo que va de septiembre han sido detenidas 23 personas por el delito de estafa en todo el país. Solo en Caracas se han registrado 16 de las capturas, informa el Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc).

Entre los productos más comunes utilizados por los delincuentes para cometer los fraudes se encuentran los medicamentos de alto costo, productos de primera necesidad, bolsas de comida, vehículos, paquetes aéreos, dólares falsos y cheques sin fondos.

El comisario jubilado de la Policía Científica y experto en investigación criminal, Víctor Rodríguez Ugas, asegura que el factor común en este tipo de estafas es la necesidad de la víctima por adquirir productos que actualmente son difíciles de conseguir.

“Como la persona solo está enfocada en obtener con premura el producto que necesita no detiene su atención en los elementos necesarios para hacer una compra segura”, indicó el experto.

Una de las víctimas de esta practica delictiva fue la periodista Dayrí Blanco. Ella relata que en medio de su desesperación por no conseguir un medicamento anticonvulsivo para su hija de cuatro años y medio, atendió la llamada de un desconocido que le ofrecía el fármaco a un bajo costo.

El estafador nunca le aceptó acordar la venta del medicamento en persona, solo accedió al pago por transferencia bancaria y realizar la entrega de la medicina a través de una empresa de envíos.

Ante la urgencia, Dayrí aceptó la condición y transfirió el dinero. Luego de eso, el timador solo se volvió a comunicar para decir que el medicamento había sido enviado por encomienda, pero el encargo nunca llegó a sus manos.

El investigador criminal indica que los delincuentes se aprovechan de estas circunstancias debido a la vulnerabilidad de la víctima. Es por ello que en la mayoría de los casos las estafas se cometen con productos muy demandados y de difícil acceso.

Modus operandi

El Comisario jubilado del Cicpc John Tovar, manifiesta que muchas de las bandas dedicadas al delito de la estafa tienen como núcleo de acción las plataformas digitales.

Utilizan publicaciones y mensaje a través de redes de mensajería instantánea, tales como Facebook, Instagram, WhatsApp y Twitter para obtener la atención de sus posibles víctimas.

A juicio de Tovar, esto ocurre porque dichas redes no tienen mecanismos de seguridad especializados para compra y venta de bienes y servicios. Además, a través de la mensajería la oferta puede llegar a muchas personas mediante el envío de cadenas.

Luego que establecen contacto con el comprador, solicitan que la suma acordada por el producto sea consignada mediante transferencias bancarias, en su mayoría exigen que sea a través del mismo banco para que se haga efectiva de inmediato.

Rodríguez asegura que mediante estas operaciones por internet, el delincuente no le da la cara a las personas y así se le hace más fácil perpetrar el delito.

Tovar indica que luego de recibir el dinero los estafadores los desvían hacia otras cuentas para no dejar rastros de los movimientos, y así, hacer más engorrosa la investigación de las autoridades.

Según los testimonios ofrecidos por varias personas que fueron víctimas de fraudes, luego de que la transferencia se hace efectiva los timadores comienzan con una serie de rodeos para disuadir por un tiempo determinado a la persona, pero es tarde, ya la estafa está hecha.

Pocas denuncias

Fuentes internas de la policía científica indicaron que son pocas las denuncias que se reciben por estafa, en comparación con la cantidad de veces que se comete este delito.

Tanto Rodríguez como Tovar unen criterios en la necesidad que de estos actos sean denunciados ante las autoridades, debido a que es la única forma de que los delincuentes sean investigados y paguen por sus actos ilegales. Para esto la policía científica tiene a su disposición la División Contra Delitos Informáticos.

Una práctica penada por la ley

Dentro de ordenamiento jurídico venezolano existe la Ley Contra los Delitos Informáticos, la cual establece en su artículo 14 que: Todo aquel que, a través del uso indebido de tecnologías de información, valiéndose de cualquier manipulación en sistemas, consiga insertar instrucciones falsas o fraudulentas, que produzcan un resultado que permita obtener un provecho injusto en perjuicio ajeno, será penado con prisión de tres a siete años y multa de trescientas a setecientas unidades tributarias.

De igual manera, la Ley de Costos y Precios Justos también considera y sanciona como especulación la venta de productos de primera necesidad a precios elevados.

Rrecomendaciones

Expertos indican que la medida más factible para reducir la posibilidad de ser víctimas de los estafadores es no comprarle productos a desconocidos.
Antes de hacer un pago el comprador debe solicitar la documentación del vendedor y estar al tanto de su identidad.
Adquirir artículos por herramientas eléctronicas diseñadas para la compra y venta de productos.
Evitar las compras con pagos por transferencias y entregas por empresas de envíos.
No hacer transacciones con personas desconocidas.
No dejarse llevar por la desesperación al momento de adquirir un producto, el delincuente se vale de eso.

FUENTE: JOAN M. CAMARGO - http://www.eluniversal.com

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