miércoles, 6 de septiembre de 2017

Oposición venezolana pone sus esperanzas en elecciones estatales tras atenuarse las protestas

La oposición venezolana está poniendo su foco en las próximas elecciones de gobernadores, luego que las protestas contra el Gobierno del presidente Nicolás Maduro se atenuaran tras la instalación de la plenipotenciaria asamblea constituyente.

Los cuatro meses de violentas manifestaciones, en las que al menos murieron 125 personas, se han detenido en parte por el cansancio y la desilusión de los opositores, que vieron que se consolidaba en el poder el partido socialista gobernante, PSUV, pese a la presión que ejercía la gente en las calles.

Muchos líderes de la oposición aseguran que la elección de gobernadores en los 23 estados del país petrolero puede ser una oportunidad para ganar algunas entidades federales y demostrar con el voto la impopularidad del mandatario venezolano.

La oposición, que no participó en las últimas elecciones de la Asamblea Constituyente, acusó a las autoridades electorales de inflar la cifra de participación de ese comicio del 30 de julio.

Sin embargo, hay pocas opciones disponibles para los adversarios de Maduro, un presidente que mantiene control sobre la nación petrolera a pesar del descontento creciente por la inflación de tres dígitos y la persistente escasez de bienes esenciales.

“Los venezolanos estamos luchando contra un auto golpe continuado, hay una ruptura del orden constitucional”, dijo el líder opositor Henrique Capriles, actual gobernador del central estado Miranda, que esta vez no participará en los comicios.

Sin embargo, llamó a los venezolanos a votar en el próximo proceso electoral.

“Si usted se abstiene, es más difícil que usted pueda lograr el cambio político que queremos todos los venezolanos”, dijo Capriles a periodistas.

Capriles, dos veces candidato presidencial, está inhabilitado para competir en elecciones debido a una investigación por el manejo de fondos públicos, lo que él calificó como una estrategia usada por el partido socialista de Maduro para apartarlo de los comicios.

Las gobernaciones aportan poco como plataformas para desafiar directamente a Maduro. Pero los puestos son codiciados por los políticos porque pueden ser un comodín para continuar una carrera política y canalizar recursos para los partidos que los respaldan.

La participación de la oposición en las elecciones del próximo mes asegura que podrá contar con testigos en las mesas de votación y en el Consejo Nacional Electoral.

Los líderes de la coalición opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD) creen que al participar en el proceso, podrán identificar rápidamente cualquier intento de alterar los resultados.

Sin embargo, muchos manifestantes que permanecieron durante meses en las calles, especialmente jóvenes miembros del denominado movimiento de la “Resistencia”, se sienten traicionados por la coalición de partidos opositores.

El movimiento dice que atender tan rápidamente un llamado a elecciones, que deberían haberse celebrado en 2016, es una forma de complacer al autoritarismo de Maduro, y que también es un insulto a la memoria de los manifestantes asesinados.

Los opositores más radicales ven una contradicción en participar en estas elecciones, una vez que la misma oposición se abstuvo de medirse en la votación de julio.

Maduro impulsó la creación de la constituyente, que pretende reescribir la Constitución, para restaurar la estabilidad en un país en crisis tras las protestas antigubernamentales.

La constituyente ha desplazado al parlamento, donde la oposición logró una mayoría en las elecciones del 2015.

El pequeño partido político Vente Venezuela y su fundadora María Corina Machado, que tiene un alto perfil en los medios de comunicación pero limitada influencia política, rompió con la coalición opositora y se opuso a la decisión de ir a las próximas elecciones.

¿Candidatos inhabilitados?
Los principales partidos de oposición han postulado candidatos y los sondeos de opinión reflejan el apoyo mayoritario que reciben los adversarios del Gobierno, por lo que podrían ganar la mayoría de las gobernaciones en comparación con sólo tres estados que conquistaron en 2012.

Pero la Asamblea Nacional Constituyente controlada por el Partido Socialista puede impedir que algunas de las figuras claves de la oposición se queden con esos cargos.

La asamblea dijo la semana pasada que evaluaba llevar a juicio a los líderes de la oposición que intentaron bloquear el financiamiento internacional para el gobierno de Maduro y se mostraron a favor de una posible acción militar. Han advertido que los acusarían de traición a la patria.

Según los funcionarios del gobierno, la actuación de la Asamblea Constituyente consiguió pacificar el país. Dicen que la oposición, al inscribirse en las elecciones regionales, demostró que confía en el sistema electoral pese a sus denuncias de fraude.

La oposición inició a fines de marzo una ola de protestas en reclamo a una decisión del Tribunal Supremo en la que asumió los poderes del Congreso opositor y las manifestaciones se mantuvieron casi a diario hasta finales de julio.

Desde julio, las movilizaciones callejeras iban en declive y lo que inicialmente habían sido masivas marchas dieron lugar a violentos enfrentamientos entre las fuerzas de seguridad y pequeños grupos de manifestantes encapuchados que respondían con piedras a los gases y cañones de agua.

Las últimas manifestaciones de la oposición sólo han atraído a unos pocos cientos de personas.

“La Asamblea Nacional Constituyente llegó como un bálsamo tranquilizador”, afirmó la presidenta de la constituyente, Delcy Rodríguez. “Apenas se instaló ya Venezuela volvió al cauce de la tranquilidad, dejamos de lado la zozobra que la violencia promovida por la derecha había querido imponer a nuestra patria”, agregó la excanciller.

Maduro, quien ha denunciado varias veces que el país es víctima de una “guerra económica” que lideran empresarios y opositores, también cree que la asamblea es una muestra de lo viva que está la democracia venezolana.

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha impuesto sanciones a funcionarios de alto rango del Partido Socialista, en algunos casos por participar en la Asamblea Constituyente, que ha sido cuestionada también por la Unión Europea y la mayoría de las naciones latinoamericanas.

Maduro adquirió la reputación de dictador en círculos diplomáticos del mundo, aseveró el líder de la oposición Freddy Guevara en una entrevista que difundió en redes sociales, y dijo estar convencido que las protestas antigubernamentales fueron cruciales para arraigar esa percepción en la opinión pública.

“Estoy convencido de que tenemos que enfrentar la dictadura en todos los terrenos que podamos”, apuntó Guevara.

FUENTE: Con información de Reuters - http://runrun.es

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