viernes, 23 de junio de 2017

Asesinada pareja de funcionarios del Cicpc en Caracas porque delincuentes no aceptan policías en el barrio

El detective Endry Daniel Flores Moreno (23) y su novia Beyci Carolina Sánchez Aponte (22), licenciada en biología, fueron asesinados en el barrio Santa Eduviges, parte alta de El Cementerio colindante con la Cota 905, porque las bandas delictivas no aceptaban la presencia del funcionario que vivía en la zona. La Fiscalía abrió una investigación sobre el caso.
La pareja laboraba en el laboratorio de ADN de la Coordinación de Criminalística del Cicpc, con sede en Parque Carabobo. El tenía tres años de servicio y ella, egresada del Pedagógico de Caracas, estaba contratada hacía siete meses.

Flores Moreno vivía con sus padres en el mismo barrio, pero tuvo que irse a la casa de su novia en ProPatria, porque los malandros lo amenazaron de muerte. La última advertencia fue hace tres semanas, tocaron a la puerta y le dijeron al padre que no querían verlo por allí.

El miércoles al salir del trabajo la pareja se dirigió a El Cementerio, porque el detective necesitaba recoger ropas y otras pertenencias. Eran las 4 de la tarde, en la entrada del barrio ocho delincuentes los sometieron delante de los vecinos y se los llevaron a rastras por las escalinatas, haciendo disparos para dispersar a los curiosos o que los siguieran. Los despojaron de sus documentos y demás pertenencias.

Los familiares del detective se enteraron de lo que estaba pasando, el padre corrió buscándolos para tratar de rescatarlos, pero fue imposible. No lo dejaron acercárseles. En presencia de familiares y vecinos los acribillaron a tiros, cayeron en una cuneta y allí les prendieron candela, ante la mirada impotente de la comunidad.

Cuando los criminales se retiraron, los vecinos les arrojaron tobos de agua y sofocaron las llamas. Habían fallecido y sus cuerpos quedaron parcialmente quemados. La muchacha presentó quemaduras en manos y pies.

Los padres de la joven bióloga también son funcionarios del Cicpc. El papá, Wilmer Sánchez es personal administrativo y la madre es inspectora-jefe. Sánchez llegó a El Cementerio a las 9:00 p.m., cargó el cuerpo ensangrentado de su hija y lo bajó.

Un familiar de la muchacha dijo que le habían advertido al detective que no subiera más al barrio. “Esto no puede ser, que ellos tengan eso tomado, que a los funcionarios los obliguen a salir. Ella daba la vida por estudiar. Pedimos justicia, que los busquen”, expresó el familiar que declaró bajo identidad protegida.

Los delincuentes se ensañaron contra las víctimas. La muchacha recibió 14 tiros y su novio muchos más. A el le desfiguraron el rostro.

Los homicidas están identificados por apodos y nombres. En el grupo figuran varios menores de edad.

Desde la misma noche comisiones del Cicpc rastrearon la parte alta de El Cementerio y Cota 905 en busca de los criminales.

Beyci era la mayor de tres hermanos, una joven muy estudiosa y con deseos de superación. Junto con su novio estaba haciendo un curso de criminalística porque deseaba dar clases en una academia del centro de Caracas.

Llevaban cuatro meses de novios y el tuvo que mudarse a la casa de ella hace tres semanas debido a las amenazas de los delincuentes.

El Ministerio Público, a través de la fiscal 36ª nacional, Lucila Hurtado, investiga la muerte del detective agregado y la experta profesional del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas.

FUENTE: Felícita Blanco - https://www.el-carabobeno.com

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