viernes, 24 de junio de 2016

(Anzoátegui) Asfixiaron a muchacha y la enterraron en el patio de una casa

Varias patrullas del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc) estaban frente a una vivienda, en la esquina de la calle Retiro y Sucre de Mesones, en Barcelona.
Unos vecinos se preguntaban lo que había ocurrido. Supieron que se trataba de un muerto cuando vieron bajar de las unidades a los funcionarios del Eje de Homicidios de la policía científica.

-¿A quién matarían, manita?

-Sería a la viejita para robarla.

Eso comentaban dos amas de casa. Por la parte de atrás de la casa había una lámina de zinc con varios agujeros. Desde uno de los orificios se podía ver a los funcionarios. Cavaban. Un cuerpo estaba enterrado a medio metro de profundidad en el patio de la vivienda de paredes verdes y rejas doradas.

Hasta el porche de la residencia salieron varias mujeres. A algunas se les notaban que habían llorado. Una de ellas se abstuvo de conversar con los medios de comunicación. Sólo dejó pasar a uniformados del Cicpc.

En el sitio

El cadáver fue hallado por habitantes de la morada la tarde de ayer y luego avisaron a las autoridades.

Se trataba de una mujer. Era joven, según informó un vocero del cuerpo detectivesco. Estaba desnuda y atada de manos y pies con retazos de sábanas y cables.

Después de varios minutos, un hombre que se encontraba en la vivienda contó que el responsable de ese hecho era su hijo, de nombre Gabriel.

Confesó que en la mañana su muchacho le había contado todo. El progenitor del presunto homicida dijo que lo iba a buscar para entregarlo al Cicpc y así pagar su condena.

Aparentemente, Gabriel y la muchacha, quien no ha sido identificada, tenían una relación extramarital y hace días tuvieron una discusión. Se presume que haya sido asfixiada la noche del miércoles.

Se conoció que el muchacho le contó a su padre que su esposa estaba embarazada y que iba a esconderse hasta que su mujer diera a luz, pues quería conocer a su hijo antes de caer preso.

Los sabuesos recolectaron evidencias de interés para dar inicio a las averiguaciones y hallar al sospechoso.

Vecinos de la comunidad capitalina señalaron que tenían como 15 días que no sabían de él. Sólo les habían dicho que estaba en el trabajo.

Con su abuela en la casa
Habitantes de Mesones dijeron que en la comunidad todos se conocían y eran muy colaboradores unos con otros. Gabriel, el muchacho señalado por el asesinato, reside con su abuela en la casa donde ocurrió el homicidio.

FUENTE: María Virginia Matute - http://eltiempo.com.ve

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