martes, 22 de julio de 2014

(Opinión) ¿Madres esclavas?

Por: Alejandra Laprea - Desde hace una década o más se oye de las “madres integrales de los Simoncitos comunitarios” y el reclamo de sus derechos laborales y su reconocimiento como trabajadoras. Porque hay que comenzar por ahí: ya el hecho de ser llamadas “madres integrales” y no trabajadoras de educación inicial no convencional invisibiliza su trabajo y derechos.
¿QUÉ SON LOS SIMONCITOS COMUNITARIOS?

Los Simoncitos Comunitarios nacen del programa de Hogares de Cuidado Diario de la Fundación del Niño creado en 1976.

Los Hogares de Cuidado Diario se definieron como un programa de atención no convencional de infantes de zonas pobres. Las responsabilidades de cuidado recaían en las madres cuidadoras, quienes eran mujeres de la comunidad; de esta manera se formaliza la práctica popular de cuidar a niñas y niños en casas de familia.

Para 1989 los Hogares de Cuidado Diario adquieren relevancia como paliativo de los paquetes económicos, sus consecuencias en la reproducción de la pobreza y sus efectos en la niñez y se convierten en un programa masivo y nacional.

Los Hogares de Cuidado Diario tenían como objetivo encargarse de las niñas y los niños entre 0 y 6 años que no podían ser atendidos por sus madres. Además los

Hogares de Cuidado Diario (por lo menos en su definición teórica) tenían que garantizar educación inicial, la ingestión mínima de calorías para el desarrollo y control médico pediátrico, entre otras cosas.

Todo esto lo tenían que hacer las mujeres en calidad de “colaboradoras o voluntarias” en un horario de 6:00 am a 6:00 pm. En el año 2004 los Hogares de Cuidado Diario pasan al Servicio Nacional Autónomo de Atención Integral a la Infancia y a la Familia (Senifa) como Simoncitos Comunitarios y son definidos como: “…espacios comunitarios en donde se brinda atención integral a niñas y niños entre 0 y 6 años de edad. Los Simoncitos funcionan en un local de la comunidad, debidamente acondicionado y dotado, donde los niños asisten diariamente y son atendidos por las madres integrales. Tiene como propósito atender las necesidades de aprendizaje, cuido, nutrición, salud y desarrollo psicoafectivo de los infantes que habitan en las comunidades más sensibles de la geografía nacional”.(tomado de Sistema de Información sobre la Primera Infancia Programa Simoncito Comunitario).
¿MADRES INTEGRALES O ESCLAVAS?

Las educadoras no convencionales, mal llamadas madres integrales, siguen siendo consideradas por el Senifa como colaboradoras, por tanto no reciben salario sino un “bono-cuido” y están excluidas de todos los beneficios laborales.

Para 2004 se calculaban 28 mil madres integrales que prestaban servicio en 19 mil Simoncitos Comunitarios. Estas educadoras no convencionales se han organizado y ya tienen más de una década luchando por sus derechos laborales.

En el año 2008 llevaron su caso a la Asamblea Nacional y la comisión correspondiente las reconoció como trabajadoras con todos sus derechos, incluyendo el reconocimiento de sus años de servicio.

Hace solo unos años atrás lograron que su jornada de trabajo fuera de ocho horas, increíble que aún haya que dar la pelea.

Algunas educadoras no convencionales están sirviendo a su comunidad desde 1978, cuando los años ya no dan para seguir cuidando son retiradas del programa, sin más. A algunas se les aconseja que se anoten en la Misión En Amor Mayor pero, como ellas dicen: “…es nuestro derecho, son nuestros años de trabajo, es

un derecho y la Constitución lo dice bien claro en el artículo 89 donde dice que todo trabajador tiene derecho a sus prestaciones sociales y son irrenunciables” y siguen en la lucha.

FUENTE: Alejandra Laprea - Colectivo La araña feminista - http://www.correodelorinoco.gob.ve

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