miércoles, 23 de julio de 2014

Las marcas pasaron a un segundo plano ante prioridad de abastecerse

Ante la motivación de la gente por adquirir un bien, las marcas han pasado a un segundo plano, sostuvo Sylvana Dakant, psicóloga social especialista en temas de mercadeo, durante el foro Tendencias del consumidor, promovido por la publicación Mercado de Dinero.

En Venezuela las personas conocen sobre las marcas por su capacidad para tener acceso a las nuevas tecnologías y su afán de estar al día en las nuevas tendencias. Pero ante la escasez y desabastecimiento que se presentan en la actual coyuntura, esta exigencia ha cambiado.

Aseguró que el patrón de compra cambió, la gente busca el rubro, no una marca de ese rubro, por la escasez. También se ha generado una flexibilidad respecto a ellas, con el argumento de que “esto es lo que hay”, manifestó.

“Muchos se preguntan por qué la gente no protesta cuando tiene que hacer largas colas ante la escasez de productos y la respuesta es que la motivación de las personas es adquirir el bien, no la forma cómo acceder a él”, planteó la psicóloga social.
PATRÓN DE COMPRA

Según sus estudios, esta motivación lleva a la gente a no importarle que le escriban un número en el brazo y hacer largas colas por horas. “Hay un retorno a lo básico, a lo primitivo. Se trata de una conducta tribal en la que surge la rivalidad y la afinidad”, agregó.

En este interés por adquirir los productos, la jerarquía de atributos desaparece porque la prioridad es abastecerse. “Prevalece una conducta compulsiva en la que se acapara, no se adquiere”, arguyó Dakant.

En esta circunstancia, el consumidor, categoría que se usa en el argot del mercadeo, no sale de compra, sino que se va de cacería. “Este comportamiento hace que se hayan trastocado las variables del mercadeo”, dijo la psicóloga.

Esto generó también una distorsión del presupuesto familiar, en vista de que la gente compra para tener en casa, porque es posible que mañana no se consiga ese producto. “En resumen las reglas tradicionales el mercadeo se han trastocado por la disponibilidad de productos en el país”, concluyó la especialista.
PODER ADQUISITIVO

En su intervención, Oscar Meza, director del Centro de Documentación y Análisis para los Trabajadores (Cenda), sostuvo que si el salario mínimo se estima a la tasa de Sicad II (alrededor de 50 bolívares por dólar), el salario mínimo está en alrededor de 85 dólares mensuales, lo que afecta el poder adquisitivo.

Este descenso del poder adquisitivo no solo es por efecto de la devaluación d ela moneda, sino por el incremento de la inflación. “Extraoficialmente se sabe que en junio la inflación llegó a 5,5%, aunque el BCV todavía no ha publicado la información”, acotó

Las estimaciones de Meza arrojan que la canasta alimentario de junio llegó a 11.986 bolívares, mientras que la básica está alrededor de 20.560 bolívares. “Cuando se realizan las compras en el abastos, panadería o supermercado, esto se puede constatar con creces”, aseveró el director del Cenda.
MAYOR COMPETITIVIDAD

Lo fundamental es ir hacia una mayor diversificación de la oferta de productos, pero para alcanzar ese objetivo es necesario una mayor competitividad, sostuvo el economista Israel Montilla.

Según el especialista en temas de integración, el Estado venezolano ha gastado muchos recursos para promover las empresas de propiedad social, pero no han dado los resultados que se esperaban.

Puso como ejemplo las empresas de propiedad social directa, según los datos que maneja hasta la fecha se han registrado 10.677 unidades, pero de ese total 7.587 están inactivas. La mayoría son bloqueras promovidas por el Ministerio del Poder Popular para las comunas, indicó.

Estimó que para instalar una bloquera se requieren alrededor de 8 millones de bolívares. “Eso puede dar una idea de la inversión que ha hecho el Estado en esas unidades productivas. Quedan por realizar una evaluación de los resultados”, apuntó.

ÁNGEL GARAY ECHEVERRÍA: EL PAÍS TIENE CONDICIONES PARA SER POTENCIAL INDUSTRIAL

Venezuela debe convertirse en una potencia en generar bienes y servicios, no solo para depender menos de las importaciones, sino para desarrollar la capacidad exportadora, manifestó Ángel María Garay Echevarría, adjunto a la presidencia de Ausbanc, grupo español propietario del periódico Mercado de Dinero.

“En el país hay mucho espacio para fomentar la inversión de emprendedores que permita desarrollar el tejido industria y de bienes y servicios”, aseveró.

La sociedad venezolana está ávida de adquirir productos, “hay mucho potencial, a pesar de los problemas puntuales que se están presentando por la escasez y el aumento de los precios”, consideró.

La publicación mensual Mercado de Dinero tiene como accionistas a la asociación de consumidores española Ausban que se ha expandido por Europa y Latinoamérica. “Queremos reflejar el punto de vista de los demandantes de bienes y servicios”, explicó Garay.

FUENTE: Manuel López - http://www.correodelorinoco.gob.ve

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