domingo, 27 de mayo de 2012

Inseguridad e insalubridad genera edificio abandonado en Puerto La Cruz

Pararse frente a ese edificio abandonado, situado en la avenida 5 de Julio cruce con calle Anzoátegui de Puerto La Cruz, genera una mezcla de miedo, asco y mucha molestia cuando se presume la cantidad de dinero que se invirtió en lo que sería la gran obra de la Fundación para el Desarrollo de Sotilo (Fundeso).
Desde afuera, al levantar la mirada, se puede observar hacia los niveles principales a través de las ventanas. Fácilmente se detallan grafitis pintados en las paredes: “Dios es amor”, “Cristo viene”, “supernani estuvo aquí” y “laberintos de oscuridad” son algunas de las frases que se leen.

Al dirigir la vista hacia el lado izquierdo se divisan los sótanos cubiertos por un agua verdosa y hedionda. Montones de basura (plástico, papel, caucho y ramas secas) flotan en medio de una nube de mosquitos.

Dos pequeñas escaleras de cemento corroído por el tiempo conducen hacia la mezzanina de la edificación. Allí, la pudrición y la acumulación de desechos aumenta. No hay un sólo pedazo de pared que no esté rayado. Hay mensajes obscenos, religiosos, de amor y hasta uno (pintado en blanco) que prohíbe la entrada a personas no autorizadas.

Las puertas de los ascensores están selladas con láminas de metal muy oxidadas. Una escalera angosta y tenebrosamente oscura nos lleva al segundo piso, donde la escena es muy similar.

Allí se encuentran algunas colchonetas, una de ellas amarrada celosamente a un pilar con un mecate. A su lado un envase de latón donde quedaban restos de un sancocho.

En una esquina, José Alberto Alvaraci (32), oriundo de Caracas y criado en Güiria (Sucre) dormía semidesnudo en un colchón mugriento.

-¿Por qué está en Anzoátegui?

-Me vine para acá porque en mi tierra no había trabajo.

-¿Y cómo llegó aquí?

-Caminando, buscando un lugar donde quedarme.

-¿Qué ha visto en estos pasillos?

-De todo. Aquí salen hasta espantos gritando, pero más peligrosos son los enemigos. De noche es candela.

-¿Has cometido algún delito?

-Nada de eso. Consumía antes, pero me liberé.

-¿Has recibido ayuda de las autoridades?

-Nunca chamo.

-¿La quisieras?

-Sí. Ojalá.

Según vecinos y comerciantes de los alrededores, son tres las personas que pernoctan en el edificio abandonado, al igual que Alvaraci.

En peligro

Un funcionario policial nos recomendó no seguir subiendo. Nuevamente abajo, en los edificios y comercios vecinos, se percibía el miedo.

Abdalá Allaeddine, dueño de un local comercial, dijo que unos delincuentes se metieron en su negocio el 10 de enero de 2012. Días después, muchas de las cajas fueron encontradas vacías dentro de la estructura.

El zapatero Abelardo Bachour, conocido cariñosamente como “el chévere”, está cansado de ver cómo los delincuentes arrebatan carteras y celulares y corren a refugiarse al edificio solitario.

El profesor jubilado Renato Lista, vecino del edificio Galia, contó que hace algunos años, con la ayuda de la Guardia Nacional, hicieron un operativo de limpieza, y se colocó un punto de control de Polianzoátegui, pero supuestamente los funcionarios no vigilan y sólo piden dinero a los comerciantes de la zona.

Hace tres años mataron cerca del lugar, a un joven que se paró en una esquina a comer perros calientes. Y hace poco corrió el rumor de que habían lanzado a un hombre desde un piso superior y su cuerpo sigue sumergido en el sótano.

“El Dibise está a una cuadra, en la plaza Bolívar, pero no atienden los llamados”, indicó.

La insalubridad del lugar es otro problema que se agrega al de la construcción abandonada. Varias paradas de transporte público fueron permisadas cercanas a ese sitio y son unos 50 carros de líneas. “Ese gentío se orina y hace sus necesidades en el edificio. Lo han convertido en un gran baño público”.

El ama de casa Mirna Morey manifestó preocupación porque ha enfermado producto del fuerte hedor que impregna su apartamento.

Exigió a los entes del Estado “ponerse los pantalones y hacer algo de una vez”.

La historia

- La presidenta de la Fundación para el Desarrollo de Sotillo, Marisol Ramos, recordó que el edificio abandonado en la avenida 5 de Julio de Puerto La Cruz, fue construido hace más de 25 años por el Banco de Los Trabajadores. Afirmó que el ente que representa sólo aportó el terreno con la condición de que se le permitiera ocupar algunas oficinas y el anfiteatro.

- Según Ramos, el Gobierno nacional intervino esa entidad financiera y el bien pasó a manos de Fogade. En 2003, el exalcalde Nelson Moreno inició una medida de expropiación del inmueble.

- Ese mismo año, la institución introdujo un recurso de nulidad ante el Tribunal II en lo Contencioso Administrativo. Pero hasta ahora, ese despacho no ha emitido un pronunciamiento.

- “Esto significa que Fundeso no es el propietario del edificio como se insiste en decir”, afirmó la funcionaria al añadir que, de todas formas, han hecho innumerables operativos de limpieza y saneamiento. Consideró que el problema es la falta de concientización de los vecinos y comerciantes.

- Prometió que se realizarán reuniones con los vecinos y se efectuará un censo de los comerciantes que están alrededor, con el propósito de organizarlos y mejorar sus condiciones de trabajo.

FUENTE: Lizardo Aguilar Rojas - http://eltiempo.com.ve

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